Un misterioso dato encontrado en una
crónica árabe, arroja dudas acerca de la posibilidad de soldados
mercenarios nórdicos en los ejércitos cristianos del rey Alfonso
II.
En un pasaje de la obra “La historia
completa” del autor Ibn al-Athir, podemos encontrar la siguiente
noticia:
“En el año 179 – que comienza
el 27 de Marzo de 795 d. C – Envió Hixem, soberano de al-Andalus ,
un fuerte ejército contra Asturias al mando de Abd al-Malik ibn Abd
al-Wahid ibn Mugit. Se pusieron en camino hasta que llegaron a
Astorga. Alfonso – Alfonso el Casto (792 – 842)-, rey de Asturias
había reunido sus tropas y había realizado levas, y él recibió
ayuda del rey de los Baskunas (vascones), que eran sus vecinos, y de
los que estaban junto a ellos, los “AL-MAGUS” (paganos) y las
gentes de aquella comarca”
El cronista árabe, habla del ejercito
convocado por Alfonso para enfrentarse a Al Wahid, como una gran
hueste formada por levas de reclutamiento a lo largo de todo el
reino, que en esos tiempos era Asturias, Cantabria, la castilla
condal o Bardulia, y Galicia (mapar reino de Asturias en tiempos de Alfonso II). A ese ejército se habían unido los
vascones, y un grupo de gentes a los que el musulmán llama Al-Magus,
los paganos.
En otras crónicas árabes, el término
Al-Magus, es empleado para designar a los vikingos que atacaron el
sur de España en esos tiempos. Arne Melvinger no duda en afirmar que
estos Al-Magus de los que habln Ibn al-Athir, son los primeros
guerreros vikingos que pisaron la península ibérica, en esta
ocasión como mercenarios del rey de Asturias. Pero Sanchez Albornoz,
no duda en afirmar, que los “Al-Magus” de los que habla el
escritor árabe, eran vascones.
La posibilidad de que fueran vascones,
es limitada, ya que el propio cronista árabe, diferencia a los
vascones de los Al-Magus. Parece entenderse por tanto, que eran dos
grupos diferentes que nada tenían que ver el uno con el otro.
¿Pero quienes eran entonces esos
“paganos”?
Las crónicas asturianas hablan del
primer ataque vikingo en 844. No mencionan a los vikigos con
anterioridad. Puede que precisamente porque solo describen el primer
ataque, y en esta ocasión, 795, los vikingos que llegaban a las
costas de Asturias, no venían en son de guerra, sino como aliados
mercenarios de los adinerados nobles de los diferentes señorios, y del propio rey de Asturias.
Según los autores, la presencia
vikinga está documentada en esas fechas en las costas de Gascuña,
donde los únicos puertos practicables estaban situados en Bayona,
cerca de la frontera Franco Española. Y donde los vascones, aun
vivían de una forma muy “liberal”, alejados de las normas de
imperio del Norte, y muy poco atados en el Sur, tal como señala
Aguado Bleye “Siempre en guerras y alianzas alternativas con
francos, con moros, o con astures, a todos eran por igual molestos”.
La relativa “anarquía” del
territorio de los vascones, hacían por tanto posible el asentamiento
de unos piratas nórdicos en sus costas. Desde donde lanzaban
operaciones o se ofrecían como mercenarios para los reyes, y señores
locales.
En el 816, volvemos a encontrar a los
Al-Magus en una crónica árabe. Esta vez es Ibn-Hayyan quien los
nombra nuevamente como aliados de un rey cristiano que es derrotado
por los moros en batalla. Y donde muere el tío de Alfonso II el
Casto, rey de Asturias.
En el verano del 825 Ibn –Hayyan
relata como la corte de Cordoba inició otra campaña de castigo cotra
el norte cristiano. Esta vez contra Alava. Ubaid Allah, libraría una
crenta batalla contra los cristianos junto a una montaña llamada
Djabal al-Madjus (la montaña de los paganos).
Para Anton Erkoreka, la situación
geográfica de esa montaña no es otra que el monte Sollube en la
comarca de Busturia, próxima a la ría de Mundaka. Lugar donde
siempre se ha sospechado que existió un asentamiento danés desde el
siglo IX, hasta que Olaf Haraldsson a principios del siglo XI, lo
ataco e incendio como parte de su campaña de ataque a las costas del
reino de León.
Parece pues muy verosímil, la
posibilidad de que desde ese asentamiento danés, los vikingos se
ofrecieran como mercenarios del rey de Asturias, para combatir contra
los musulmanes en determinadas ocasiones. Y en otras seguramente para
librar conflictos entre los nobles locales, a lo largo de todo el
territorio del reino de Asturias de esos tiempos (ver mapa). Un territorio que
se extendía desde Galicia hasta el país Vasco. Una tierra muy
montañosa y de difícil organización política aun.
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