miércoles, 28 de noviembre de 2012

Obligaciones militares en la alta edad media Hispanica - Galicia, León y condado de Castilla. El Fonsado

Obligaciones militares en la sociedad hispana del siglo XI. Desde los tiempos remotos, pero especialmente en los siglos X y XI. Los campesinos del reino de León y todos sus señoríos, condados, y ducados. tenían obligaciones militares que cumplir para con su rey y señores. Estas son algunas de ellas.
Cuando los vikingos llegaron al norte, los reyes y señores, no convocaban grandes ejércitos, sino pequeños grupos de soldados reclutados a la fuerza bajo la ley del fonsado.


Fonsado

En la alta edad media hispánica, los ejércitos y las obligaciones de armas, caían únicamente entre las clases aristocráticas ( Ejército, sociedad y política en la península ibérica siglos VII y XI – Amancio Isla ). El ejército no se pretende ya el conjunto del pueblo como en la época visigoda. Sino la aristocracia armada y las gentes que bajo su pago u obligación podían convocar.
Siguiendo una tradición de origen germánico, común entre los carolingios y los anglosajones, los diferentes monarcas y nobles de los reinos del norte hispánico, establecieron normas y leyes mediante las cuales los labriegos y campesinos que vivían en sus dominios, tenían la obligación de acudir a la llamada de las armas de sus señores siempre que se les convocara bajo la ley del fonsado. De no acudir existía una multa llamada fonsadera.
Las primeras referencias al fossato, datan del siglo X en el reino leones. Sánchez Albornoz da un posible significado a la palabra (El ejército en el reino astur leones). Y Gonzalo de Berceo la utiliza como sinónimo de ejército en “El alegre fonsado”. (Ejército como sinónimo de multitud). Posiblemente su origen tenga una relación con el rey asturiano Alfonso y el reclutamiento que este realizó entre los habitantes del reino para combatir a los musulmanes.
También nos llega una posible referencia al fossato, a través del cronista Sampiro. Quien nos cuenta como el rey Ramiro II mandó a todos sus hombres prepararse para la guerra. Suponemos que los hombres libres y propietarios estuvieron igualmente forzados a personarse junto al rey o los condes locales. (Existe un viejo debate sobre la obligación de los hombres libres de acudir al ejército. Más recientemente se ha insistidos sobre su carácter selectivo desde finales del siglo VII). Por tanto concluimos que los hombres libres: propietarios y nobles, tenían la obligación de acudir al ejército como norma general si el rey lo pedía. Algo por otro lado plenamente homologable a las realidades europeo-occidentales. Una vez más hemos de advertir que concurrir a estas convocatorias era muestra y símbolo de pertenencia a una realidad social. Y para que engañarnos, la posibilidad de reparto de tierras y botín, atraía a muchos señores aristócratas que veían como sus dominios y pertenencias podían aumentar.
En un documento bracarense de principios del siglo XI – 1025- se distinguen dos tipos de llamada al fonsado. Por un lado el fossato de rex y el fossato de comités (liber fide nº22).
Podemos deducir que la llamada al deber militar, no era algo propio y único del rey, sino también de los condes y los nobles. Quienes tenían potestad para convocar a sus soldados y gentes al fossato independientemente de que el rey lo considerada oportuno, actuando en tal caso, para intereses personales y propios.
En la misma Galicia a mitad del siglo XI, hay un documento que nos hablan como dos magnates aristocráticos se enfrentaron por un litigio personal. Oduario Arias y Menendo Gonzalez.
El hijo de Oduario, llamado Arias, habría comenzado el conflicto agrupando una manus (partida de saqueo) con la que ataco las tierras de Menendo Gonzalez. Al ser finalmente capturado, el padre de Arias congregó una tropa de cierta envergadura denominada como: su gente y en fonsado. Lo que hemos de entender, como que Oduario convocó a sus hombres de armas, infanzones y soldados de pago, más a todos los campesinos de sus tierras en edad de armas bajo la llamada del fonsado para atacar a Menendo Gonzalez.
En este suceso vemos con claridad, que si bien quizás no eran del todo común, sí que en determinados momentos los aristócratas podían convocar a las gentes bajo sus dominios para que formaran parte de su ejército personal para defender sus intereses personales fossato de comités. Si bien en algunas otras ocasiones, y quizás para empresas de mayor tamaño, tanto de ataque como de defensa, el rey podía convocar a todos los nobles y aristócratas bajo los que ejercía control, al igual que a los campesinos que trabajaban sus tierras fossato de rex.
Dentro del ambiente militar castellano y leonés de mediados del siglo XI, aparece la palabra milities para nombrar a todos los personajes más o menos profesionales que componían el sequito, digamos fijo, de los grandes aristócratas. Según Amancio Isla (Ejercito y sociedad política en la península ibérica de entre os siglos VII y XI) el termino tiene un sentido aristocrático general, pero se emplea para nombrar al sector más modesto de la aristocracia. Seguramente una categoría dentro del ambiente militar, inferior al de infanzón. Estableciéndose una gradación desde los comités, los potestates y los milities. Esa milicia implica servicio y forma parte del que deben cumplimentar los que están en la dependencia de un señor. Quizás un término más apropiado al siglo XXI, sería el de capitanes de tropa (huestes, o mesnadas).
Como hemos visto, el fonsado, era la llamada del rey a sus súbditos, tanto libres como siervos a una expedición militar de defensa o de ataque. Si bien con el tiempo los propios aristócratas utilizaban el fonsado para convocar a sus siervos como parte de sus ejércitos para solucionar belicosamente sus propios asuntos o conflictos.
No obstante, en muchos casos se podía eludir la llamada al fonsado. La multa para tal caso era la fonsadera.

Bibliografia - Ejercito y sociedad en la P I entre los siglos VII y XI

martes, 27 de noviembre de 2012

Los vikingos según la crónica Rotense de Alfonso III de Asturias

Otra crónica hispana que también se hace eco de la presencia de los vikingos en España es la llamada“Crónica Rotense”.Relata el ataque de los piratas nórdicos de la siguiente forma:

(..) por aquel tiempo, los normandos, gente hasta entonces desconocida, pagana y muy cruel, llegaron hasta nosotros con un ejercito naval. Ramiro ya hecho Rey a la llegada de ellos, congregó un gran ejercito, y en un lugar cuyo nombre es Faro Brecantino, entabló combate con ellos. Allí mató gran número y dio fuego a sus naves. Los que no murieron se fueron mar adentro y llegaron a la provincia de Bética. (..) destruyeron una gran multitud de caldeos, parte por la espada y parte por el fuego (..)
Cronica Rotense.

la Crónica Rotense, hace referencia a la monarquía asturiana y a su historia, la de mayor antigüedad es la Crónica Albeldense, y a continuación la Crónica de Alfonso III. De esta última la primera «versión» es la Crónica Rotense, así llamada por haberse hallado en la Catedral de Roda de Isábena. Posteriormente aparece la Crónica Ovetense la cual hacía mayor hincapié en la línea de considerar a Pelayo como sucesor de los Reyes de Toledo, es decir del reino Visigodo; el fin de estas dos crónicas era demostrar el continuismo del reino Visigodo en el reino de Asturias.
Está escrita en un latín bastante bárbaro, se cree que por un laico, que para muchos estudiosos sería el mismo rey Alfonso III ya que en una frase referida a la ciudad de Viseo, en Portugal, se dice que fue poblada “por nuestro mandato”, frase que sólo el rey podía escribir. La obra pretendía haber sido una continuación de la Historia de los godos del obispo Isidoro de Sevilla y terminaba al final del reinado de Ordoño I.

Una vez redactada, el rey la envió a su sobrino el obispo Sebastián, quien mejoró el estilo retocando su tosco latín, censuró fragmentos e introdujo ciertas correcciones ideológicas como las del noble origen de Pelayo, la exculpación del clero o la exaltación de la intervención goda en el origen del Reino de Asturias. Esta versión corregida y notificada es la conocida como la versión A Sebastián o Sebastianense. Por tanto la Rotense sería la redacción primitiva de la llamada Cronica de Alfonso III, anterior a la Sebastianense y consecuentemente menos manipulada.

martes, 20 de noviembre de 2012

Gunderedo, el caudillo de los noruegos derrotado por Gonzalo Sánchez

En el 966 cien naves vikingas llegaron al cantábrico. Al mando de ellas estaba un caudillo noruego nombre Gunrod. En esos días el reino de León se encontraba con una ausencia de poder, al ser el rey heredero (Ramiro III) menor de edad. Gobernando por tanto el reino una de sus hermanas. 

Los vikingos de Gunrod aprovecharon esta falta de ejercito real, para atacar Galicia tras su paso por las costas de Cantabria y Asturias. Remontando las rías y saqueando durante un año la tierra de Santiago. Después, seguramente divididos en fracciones de guerreros. Se lanzaron en busca de nuevas riquezas hacia el interior, llegando a la tierra de campos en León.


El conde Gonzalo Sánchez, los derrota en el 966. Pero la supuesta permanencia de pueblos vikingos en la zona leonesa, hace pensar que realmente no derrotó a todos los normandos. Sino que parte de estos al dividirse años atrás en diferentes grupos de guerreros. Consiguieron evitar la derrota asentándose en algunos pueblos, como Lordemanos

Gudrød o Gunrod (castellano: Gunderedo; nórdico antiguo: Guðrǫðr) fue un caudillo vikingo noruego considerado rey del mar (sækonungr) que desde sus bases permanentes en el Loira1 lanzó incursiones en las costas cantábricas de la península ibérica con cien naves armadas en el 968, asentándose en Galicia durante un año entero, y después adentrándose al interior de León, completando un total de tres años de saqueos en el reino. Posiblemente Gunderedo tenía parentesco familiar, primo o hermano, con Harald II de Noruega.

En marzo de 968 Gunderedo llega a las puertas de Compostela, el obispo Sisnando Menéndez se encargó de la defensa y el 29 de marzo de 968 se enfrentó a los vikingos en la batalla de Fornelos, fue derrotado y murió de un flechazo. Los vikingos entraron en la ciudad sin más resistencia.

El conde Gonzalo Sánchez terminó con la aventura vikinga en el año 970 lanzando un ataque con un poderoso ejército que venció a los nórdicos en cruenta batalla y tras capturar a Gunderedo y los supervivientes de su flota, los pasó a todos a cuchillo. Una respuesta tan sangrienta probablemente se debió a que en el siglo X se llegó a decir que, vistos los precedentes de expediciones previas, el vikingo era peor enemigo que el moro.


sábado, 17 de noviembre de 2012

Las campañas de Gudrød el Noruego por tierras cantabricas y gallegas según la cronica de Sampiro

Reinando en León Ramiro III, siendo menor de edad y a tan solo dos años de su reinado. Una flota de 100 barcos vikingos al mando de Gunrod, remonto las costas del cantábrico sembrando el terror, cebándose especialmente con Galicia.
La ausencia de poder real en esos años, al ser Ramiro III menor de edad, permitió a los normandos saquear el interior de Galicia durante tres años sin que ningún ejército importante saliera a su paso.
La crónica de Sampiro lo describía así:

“Año segundo. Al reino llegaron cien naves normandas con su rey llamado Gunderedo penetrando en las ciudades de Galicia y haciendo muchos estragos en los alrededores de Santiago Apóstol y el propio obispo Sisenando sucumbió por la espada. Toda Galicia saquearon hasta llegar a los montes del Cebrero. En el tercer año de su estancia en la región, Dios, para el que nada hay oculto, los castigó por lo que habían hecho y llevó contra ellos la venganza; lo mismo que ellos llevaban a mucha gente cristiana como cautivos y asesinaron a muchos con la espada, así guió contra ellos también mucho mal, antes de que pudieran abandonar Galicia. El conde Gonzalo Sanchez, en el nombre del señor y con la ayuda del apóstol Santiago, cuyas tierras habían devastado, salió con un gran ejército y entabló batalla con ellos. Dióles el Señor la victoria, pasando por la espada a todas sus gentes, incluido a su mismo rey y quemando sus naves, con la ayuda de la clemencia divina (E.S. XIV, 457)

¿Traspasaron los normandos los montes del Cebrero?. Los anales complutenses II contienen una interesante anotación. Dicen: ”Año 970. Era 1008. Vinieron los normandos a campos (E.S. XX, 311)
Esa noticia está confirmada por los llamados “Anales Toledanos I”, que ya en castellano antiguo dicen:

Año 970. Vino lordomani a campos (E.S. XXXIII, 382)

El Termino campos, puede hacer referencia a Santiago de Compostela, o quizás más acertadamente, a la tierra de campos.. a los llamados campos góticos que se extienden por todo el norte del Duero hasta Valladolid.
¿llegaron los vikingos de Gunrod, a atravesar los montes fronterizos entre Galicia y león. Y continuaron sus matanzas y saqueos tierras adentro?. Si fue así, ¿Qué razón les impulsó a poner fin a sus saqueos en el interior, y regresar a donde sus naves les esperaban?.
De la lectura de algunas crónicas puede desprenderse la idea de que en esta incursión los vikingos permanecieron durante tres años saqueando Galicia y alrededores, penetrando profundamente en las tierras del interior. Ello es bastante verosímil teniendo en cuenta la especial situación de debilidad del reino leones, con un rey Ramiro III menor de edad. Todo esto parece estar corroborado por algunas reliquias toponimas que se han conservado; en este caso cobra especial relevancia la mención en un pergamino de Santiago de Compostela, fechado en el año 966, de una ciudad llamada “Lodimanos”, obviamente un lugar de asentamiento vikingo.
A lo que parece, no todos los vikingos fueron aniquilados por el conde Gonzalo Sanchez. Es de suponer que, una vez dueño de la situación, el ejército vikingo se divide en diversas bandas que operan a lo largo y a lo ancho de la región durante tres años, y probablemente hubo grupos a los que acompaño la suerte y pudieron escapar con el fruto de sus rapiñas y prisioneros.
Eduardo Morales Romero – Historia de los vikingos en España –

Por tanto no es de extrañar, que algunos de esos vikingos aprovechando los años de desestabilidad del reino, se establecieran en determinadas zonas de Galicia y del interior… en tierra de campos, en Leon. Desde donde siguieron atacando las poblaciones cercanas, o quizás, terminaron por asimilarse con la tierra.

Así vestian los ciudadanos del reino de León a mediados del siglo XI

Mercenarios vikingos en los ejércitos cristianos del reino de Asturias.

Un misterioso dato encontrado en una crónica árabe, arroja dudas acerca de la posibilidad de soldados mercenarios nórdicos en los ejércitos cristianos del rey Alfonso II.
En un pasaje de la obra “La historia completa” del autor Ibn al-Athir, podemos encontrar la siguiente noticia:
En el año 179 – que comienza el 27 de Marzo de 795 d. C – Envió Hixem, soberano de al-Andalus , un fuerte ejército contra Asturias al mando de Abd al-Malik ibn Abd al-Wahid ibn Mugit. Se pusieron en camino hasta que llegaron a Astorga. Alfonso – Alfonso el Casto (792 – 842)-, rey de Asturias había reunido sus tropas y había realizado levas, y él recibió ayuda del rey de los Baskunas (vascones), que eran sus vecinos, y de los que estaban junto a ellos, los “AL-MAGUS” (paganos) y las gentes de aquella comarca”
El cronista árabe, habla del ejercito convocado por Alfonso para enfrentarse a Al Wahid, como una gran hueste formada por levas de reclutamiento a lo largo de todo el reino, que en esos tiempos era Asturias, Cantabria, la castilla condal o Bardulia, y Galicia (mapar reino de Asturias en tiempos de Alfonso II). A ese ejército se habían unido los vascones, y un grupo de gentes a los que el musulmán llama Al-Magus, los paganos.
En otras crónicas árabes, el término Al-Magus, es empleado para designar a los vikingos que atacaron el sur de España en esos tiempos. Arne Melvinger no duda en afirmar que estos Al-Magus de los que habln Ibn al-Athir, son los primeros guerreros vikingos que pisaron la península ibérica, en esta ocasión como mercenarios del rey de Asturias. Pero Sanchez Albornoz, no duda en afirmar, que los “Al-Magus” de los que habla el escritor árabe, eran vascones.
La posibilidad de que fueran vascones, es limitada, ya que el propio cronista árabe, diferencia a los vascones de los Al-Magus. Parece entenderse por tanto, que eran dos grupos diferentes que nada tenían que ver el uno con el otro.
¿Pero quienes eran entonces esos “paganos”?
Las crónicas asturianas hablan del primer ataque vikingo en 844. No mencionan a los vikigos con anterioridad. Puede que precisamente porque solo describen el primer ataque, y en esta ocasión, 795, los vikingos que llegaban a las costas de Asturias, no venían en son de guerra, sino como aliados mercenarios de los adinerados nobles de los diferentes señorios, y del propio rey de Asturias.
Según los autores, la presencia vikinga está documentada en esas fechas en las costas de Gascuña, donde los únicos puertos practicables estaban situados en Bayona, cerca de la frontera Franco Española. Y donde los vascones, aun vivían de una forma muy “liberal”, alejados de las normas de imperio del Norte, y muy poco atados en el Sur, tal como señala Aguado Bleye “Siempre en guerras y alianzas alternativas con francos, con moros, o con astures, a todos eran por igual molestos”.
La relativa “anarquía” del territorio de los vascones, hacían por tanto posible el asentamiento de unos piratas nórdicos en sus costas. Desde donde lanzaban operaciones o se ofrecían como mercenarios para los reyes, y señores locales.

En el 816, volvemos a encontrar a los Al-Magus en una crónica árabe. Esta vez es Ibn-Hayyan quien los nombra nuevamente como aliados de un rey cristiano que es derrotado por los moros en batalla. Y donde muere el tío de Alfonso II el Casto, rey de Asturias.

En el verano del 825 Ibn –Hayyan relata como la corte de Cordoba inició otra campaña de castigo cotra el norte cristiano. Esta vez contra Alava. Ubaid Allah, libraría una crenta batalla contra los cristianos junto a una montaña llamada Djabal al-Madjus (la montaña de los paganos).
Para Anton Erkoreka, la situación geográfica de esa montaña no es otra que el monte Sollube en la comarca de Busturia, próxima a la ría de Mundaka. Lugar donde siempre se ha sospechado que existió un asentamiento danés desde el siglo IX, hasta que Olaf Haraldsson a principios del siglo XI, lo ataco e incendio como parte de su campaña de ataque a las costas del reino de León.

Parece pues muy verosímil, la posibilidad de que desde ese asentamiento danés, los vikingos se ofrecieran como mercenarios del rey de Asturias, para combatir contra los musulmanes en determinadas ocasiones. Y en otras seguramente para librar conflictos entre los nobles locales, a lo largo de todo el territorio del reino de Asturias de esos tiempos (ver mapa). Un territorio que se extendía desde Galicia hasta el país Vasco. Una tierra muy montañosa y de difícil organización política aun.
  


Así eran los caballeros de Gallaecia

¿Quieres recrear un caballero o soldado experimentado leones?. Así fueron los caballeros y gentes de armas de los diferentes señoríos y condados que formaban el reino de León desde el siglo X hasta principios del siglo XII.

Figura 1 - Caballeros de Galicia - Codice Calixtino, S- XII
Figura 2 - Caballeros de Castilla - Cofre de San Millan - S XI
Figura 3 - Caballeros leonses - Biblia de San Isidoro - S - IX

viernes, 16 de noviembre de 2012

Muy pronto... La Hispania de los vikingos


Las invasiones vikingas en el reino de León


Una misteriosa escritura en Asturias, advierte del ataque de los paganos

Hay un interesantismo dato que he descubierto buscando informacion hacerca de los ataques normandos a las costas y territorio español.
Concretamente en Asturias, se sabe que atacaron Gijón, aunque siempre ha recaido la sospecha de otros saqueos no documentados a diferentes poblaciones costeras. Otra de las “leyendas” gira entonro a la posibilidad de que los vikingos daneses que llegaron hasta las costas de Asturias, quienes venian de arrasar Rouen, degollar en Nantes al Obispo y a sus fieles en la catedral, intentaron a su vez y tras saquear Gijón un ataque a Oviedo.
No esta demostrado, y seguramente nunca se podrá demostrar, máxime por que posiblemente no saquearon Oviedo. Pero según parece hay una inscripción en una fortaleza construioda por Alfonso III de Asturias (866-910) para proteger Oviedo, en la que hay una inscripción que pone:

"Caventes, quod absit, dum navalis gentilitas piratico solent exercitu properare, ne videatur aliquid depirire etc." que para los q tienen la misma idea de latín que yo dice "Estad alerta, alejaos cuando las naves de los piratas paganos tienen por costumbre hacer incursiones, procurando que nadie perezca".

¿Llegaron los vikingos hasta Oviedo?, ¿Se adentraron en el territorio asturiano?... Lo que parece evidente, es que la llegada de los hombres del norte a las costas asturianas, cantabras y gallegas, sorprendieron y aterrorizaron por lo inusual a los habitantes del norte cantábrico peninsular.