Otra crónica hispana que también se hace eco de la presencia de los vikingos en España es la llamada“Crónica Rotense”.Relata el ataque de los piratas nórdicos de la siguiente forma:
(..) por aquel tiempo, los normandos, gente hasta entonces desconocida, pagana y muy cruel, llegaron hasta nosotros con un ejercito naval. Ramiro ya hecho Rey a la llegada de ellos, congregó un gran ejercito, y en un lugar cuyo nombre es Faro Brecantino, entabló combate con ellos. Allí mató gran número y dio fuego a sus naves. Los que no murieron se fueron mar adentro y llegaron a la provincia de Bética. (..) destruyeron una gran multitud de caldeos, parte por la espada y parte por el fuego (..)
Cronica Rotense.
la Crónica Rotense, hace referencia a la monarquía asturiana y a su historia, la de mayor antigüedad es la Crónica Albeldense, y a continuación la Crónica de Alfonso III. De esta última la primera «versión» es la Crónica Rotense, así llamada por haberse hallado en la Catedral de Roda de Isábena. Posteriormente aparece la Crónica Ovetense la cual hacía mayor hincapié en la línea de considerar a Pelayo como sucesor de los Reyes de Toledo, es decir del reino Visigodo; el fin de estas dos crónicas era demostrar el continuismo del reino Visigodo en el reino de Asturias.
Está escrita en un latín bastante bárbaro, se cree que por un laico, que para muchos estudiosos sería el mismo rey Alfonso III ya que en una frase referida a la ciudad de Viseo, en Portugal, se dice que fue poblada “por nuestro mandato”, frase que sólo el rey podía escribir. La obra pretendía haber sido una continuación de la Historia de los godos del obispo Isidoro de Sevilla y terminaba al final del reinado de Ordoño I.
Una vez redactada, el rey la envió a su sobrino el obispo Sebastián, quien mejoró el estilo retocando su tosco latín, censuró fragmentos e introdujo ciertas correcciones ideológicas como las del noble origen de Pelayo, la exculpación del clero o la exaltación de la intervención goda en el origen del Reino de Asturias. Esta versión corregida y notificada es la conocida como la versión A Sebastián o Sebastianense. Por tanto la Rotense sería la redacción primitiva de la llamada Cronica de Alfonso III, anterior a la Sebastianense y consecuentemente menos manipulada.
Está escrita en un latín bastante bárbaro, se cree que por un laico, que para muchos estudiosos sería el mismo rey Alfonso III ya que en una frase referida a la ciudad de Viseo, en Portugal, se dice que fue poblada “por nuestro mandato”, frase que sólo el rey podía escribir. La obra pretendía haber sido una continuación de la Historia de los godos del obispo Isidoro de Sevilla y terminaba al final del reinado de Ordoño I.
Una vez redactada, el rey la envió a su sobrino el obispo Sebastián, quien mejoró el estilo retocando su tosco latín, censuró fragmentos e introdujo ciertas correcciones ideológicas como las del noble origen de Pelayo, la exculpación del clero o la exaltación de la intervención goda en el origen del Reino de Asturias. Esta versión corregida y notificada es la conocida como la versión A Sebastián o Sebastianense. Por tanto la Rotense sería la redacción primitiva de la llamada Cronica de Alfonso III, anterior a la Sebastianense y consecuentemente menos manipulada.
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