sábado, 22 de agosto de 2015

Evolución de la panoplia militar del norte hispanico desde el siglo IX hasta el siglo X

La indumentaria de los guerreros del norte hispánico que hicieron frente a los vikingos durante casi tres siglos, no fue siempre la misma. Diferentes tendencias culturales acorde a su tiempo, distanciaron en moda a los viejos astures y galaicos del cantábrico de los modernos caballeros del reino de León a lo largo del siglo XI o del condado de Castilla. Desde el 844 al 1045, año arriba año abajo. Los hombres del norte peninsular resistieron con bastante éxito a los lordemanos, deteniendo casi todos los intentos de conquista vikinga. ¿pero cómo fueron esos hombres?.
Es difícil en algunos de los casos aproximarse con exactitud a su panoplia militar por los escasos datos que hay en algunas épocas de la historia de España. En otras por el contrario es bastante simple y fácil. Según nos acercamos a la primera invasión, allá por el 844, es decir, mediados del siglo IX. Nos encontramos con una verdadera laguna de oscuridad histórica en la que nada o muy pocos datos de referencia hay acerca de cómo fue ese reino de Asturias y sus gentes. No obstante podemos aproximarnos deduciendo y comparándolo con épocas no muy lejanas.
En el año 711 tiene lugar la batalla de Guadalete entre el rey visigodo Ruderico y sus ejércitos contra los invasores musulanes. La batalla fue perdida por los godos quienes escaparon al norte. Allí se ocultaron en las montañas del cantabrico y establecieron un foco de resistencia, creando en el año 718 el reino de Asturias cuyo primer monarca fue Pelayo. Hablamos de principios del siglo VIII. Es fácil suponer que los hombres y aristócratas visigodos que se ocultaron en las montañas y que a la larga iniciarían un proceso llamado la reconquista, no distarían mucho de cómo fueron los visigodos del perdido reino de Toledo. Sabemos que esos godos, tenían una notable influencia franca, merovingia y de diferentes elementos danubianos (sin olvidar la influencia bizantina). Las tropas de elite hispano visigodas, los gardingos. Vestían yelmos de tipo spangenhelm coronados con una cola de caballo y carrilleras semejantes a los francos o los ostrogodos. Espatas largas, escudos redondos y cotas de malla. Esta panoplia militar se mantuvo grosso modo y con anecdóticos matices hasta el 711. Por tanto nada nos hace pensar que su armamento cambiara mucho tras el colapso que supuso la pérdida de Toledo y la reorganización del reino de Asturias.
En el año 844 son avistados los primeros barcos vikingos oficialmente en las playas de Gijón, (Asturias). Estamos bajo el reinado de Ramiro I, mediados del siglo IX. Han pasado unos 126 años desde la creación del reino de Asturias. Mucho tiempo del que no se sabe absolutamente nada, una autentica edad oscura para investigar. De cualquier forma  a finales de este siglo empieza a imponerse un nuevo modelo de yelmo de tipo spangenhelm sin carrilleras y con una protección nasal. Este nuevo yelmo sería el más común durante muchos siglos, aún así a mediados del siglo IX sería anecdótico en la sociedad del reino astur, si bien es cierto que puede que fuera un periodo de fusión entre los dos tipos de casco. Por un lado los heredados del mundo franco / visigodo con carrilleras, y por otro los spangenhelm con protección nasal. De cualquier modo las tropas del rey Ramiro I y después de Ordoño, utilizarían una panoplia militar aun con mucha herencia visigoda que empezaba a quedarse atrás con la llegada de nuevas tendencias de centro Europa. Los guerreros del reino de Asturias a mediados del siglo IX llevarían yelmos con carrilleras, o quizás adaptaciones étnicas de viejos yelmos tardo romanos semejantes a los anglosajones (no iguales). Capacetes, y cuanto más pasada la segunda mitad de siglo, spangenhelm con protección nasal. Escudos redondos, cotas de malla, espadas de tipo “espatha” (en mi opinión aun no lobuladas) etc.
Los lordemanos que irrumpen en el siglo X, lo hacen pasado mediados de este siglo. Por tanto es posible que la moda de herencia visigoda del reino de Asturias, fuera ya notablemente residual. Frente a ella se imponía un estilo de soldado más actual que empezaba a ser común en toda Europa. La moda de origen carolingio había sido adoptada por casi todo occidente.
El terror vikingo de su tiempo fue Gunderedo, y Galicia fue la tierra mas atacada. Aunque el pirata danés desde Galicia llego a la tierra de campos, al menos eso se supone. Lo cierto es que no hay constancia de ataques notables al cantábrico en el siglo X. los Galaicos que le combatieron vestirían ya con poca o nula influencia goda. Los yelmos seguramente ya eran de tipo spangenhelm con protección nasal. Las espadas eran lobuladas. Los escudos redondos y empuñados, pues aun no había escudos de lágrima, y las cotas de malla posiblemente reducidas a un uso aristocrático, pero de manga corta y sin almófar.

En el siglo XI los soldados evolucionan, a mediados de este siglo se hace común el escudo de lagrima, coincidiendo con el uso de la caballería. Si bien es cierto fue un año de fusión en ese aspecto donde los dos tipos de escudo, redondo y lagrima, se veían por igual. (en España se utilizó escudo redondo hasta muy tarde). En el siglo XI los vikingos que habían llegado en siglos anteriores estaban ya relativamente consolidados, incluso participaron en la política interna de los condes y los reinos. Comerciaron con esclavos, tenían a buen seguro un lugar en el sur de Galicia desde donde los vendían. Hay documentos que detallan el pago de condes por el rescate de familiares. Atacaron castillos, combatieron al rey Alfonso V de León. Ayudaron a la reina Velasquita Fernandez en su política interna, se ofrecieron como mercenarios para mediar entre problemas internos del reino. Algunos autores presuponen puertos daneses en la costa cantábrica desde el siglo IX desde donde se lanzarían ataques contra el atlántico. Fue un siglo intenso en ese aspecto. Los guerreros hispanos de ese siglo se diferenciaban ya muchísimo a los del reino de Asturias de mediados del nueve. Su aspecto era más semejante al de los normandos que al de los visigodos. Las cotas de malla más lujosas tenían capucha o almófar con boquera para proteger la cara. Las espadas eran lobuladas, o con otros tipos de pomo semejantes a los europeos. Los escudos de los caballeros de lágrima con umbo, y los yelmos spangenhelm con protección nasal, si bien a finales de este siglo empieza a aparecer un nuevo tipo de yelmo de una sola pieza. La herencia de los visigodos era ya completamente nula, y los yelmos con carrilleras seguramente una absoluta anomalía muy rara de ver. 


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