viernes, 9 de enero de 2015

Año 1035. Ulf el Gallego. El último ataque vikingo a Hispania

Antes de hablar del último ataque vikingo a la península, nos detendremos unos minutos para detallar cual era contexto social y político de la misma en el año 1028. Ya que todo habría cambiado y nuevos sucesos sacudirían todo el norte y reino leones. Como ya hemos visto anteriormente, el rey de León Alfonso V había muerto asediando una ciudad musulmana en Portugal. Su hijo se convirtió en su sucesor al trono. Pero al igual que ocurrió con su padre, Bermudo III era solo un niño cuando fue nombrado rey, y el reino quedó en parte bajo la tutela de su madrasta Urraca Garcés, cuarta hija del rey navarro García Sanchez II de Pamplona, padre de Sancho III Garcés de Pamplona / Navarra, que a su vez era hermano de Urraca Garcés, la madrasta del rey Bermudo III. Este dato es importante ya que influiría notablemente en el devenir histórico del reino de León y en el apogeo y extensión del reino de Navarra. En el futuro el rey Navarro llegaría a ser soberano y señor de casi todo el norte de Hispania, siendo; rey de Navarra. Conde de Aragón entre los años 1000 y 1035. Conde de Sobrarbe y Ribagorza entre 1018 y 1035. Conde de Castilla entre 1029 y 1035. Y persona Influyente en el reino de León  mediante su hermana Urraca.
Con este contexto social en el reino, llegaron nuevos ataques vikingos a Galicia. Estos ataques se suelen indentificar con la presencia de un vikingo danés llamado Ulf el gallego. Ante  este dato tenemos que estar atentos. Ya que la presencia de Ulf y todo lo relacionado con este personaje es un completo misterio lleno de simples hipótesis.
Parece evidente que Ulf apodado el gallego, fue o tuvo una importancia en la historia del territorio de esa tierra, ya que tomó el nombre seguramente debido a que consiguió controlar gran parte de la zona, sino completamente si parcialmente bajo una importante influencia militar. Eduardo Morales Romero identifica un ataque del año 1028, ya con la presencia de Ulf de Gallaecia. Pérez de Urbel, relacciona un acontecimiento ocurrido en la torre de Labio con la presencia de Ulf. Esto sucedió en el año 1032, es decir, 4 años después de la llegada del vikingo danés a Galicia. Pero igualmente se vincula la derrota de los normandos a manos del obispo Cresconio con Ulf de Gallaecia, y esto ocurrió entre los años 1047 y el año 1066, fecha de la muerte del obispo. Tomando el 1047 como fecha más aproximada a la realidad del combate entre Cresconio y los vikingos. Tendríamos como resultado que la presencia y control parcial de Ulf en Galicia, fue de 19 años, desde 1028 hasta 1047.
Un tiempo en el que este vikingo saqueó, controló, se ofreció como mercenario a condes locales, y termino derrotado en una batalla en la ría de Arosa.
Pero antes de entrar en detalles históricos hablemos de quien era Ulf. En la saga de los Canútidas se dice:

 (..) Su padre se llamaba Ulf, era conde de Dinamarca y un gran guerrero; marchó en una expedición vikinga a Occidente y conquistó Galicia, que arrasó y saqueó consiguiendo un gran botín; y por eso era llamado Ulf el Gallego; estaba casado con Bothild, una hija del conde Hakon Eriksson (..)

Este mismo personaje es mencionado igualmente por Saxo Gramaticus en su obra La crónica de Dinamarca. Donde afirma que Ulf fue antepasado de la reina Bodil, ya que era hija de Trugod y éste a su vez hijo de Ulf “el Gallego” (Saxo 1985 II, 36).  Hay quien dice encontrar referencias a Ulf en la saga de Olaf Haraldsson, y que por tanto el “Gallego” llegó ya en los ataques del rey de noruega en el año 1015. Si aceptamos que Ulf llegó en los ataques de Olaf, (año 1015). Y aceptamos la teoría en la que la mayoría de los expertos parecen coincidir, es decir. Que Ulf nació aproximadamente en el año 1000. Tendríamos que el vikingo danés participó en el ejercido de Olaf Haraldsson con tan solo 14 años. Y que fue derrotado en la batalla de la ría de Arosa contra el obispo Cresconio con unos 47 años.

En el aspecto sociopolítico del reino leones, tenemos además un suceso relevante. Ulf invadió Galicia reinando Vermudo III, y continuó “gobernando” Galicia tras la muerte de este. Lo cual significa que Ulf vivió bajo el reinado de dos reyes diferentes del reino leones. En 1037 Fernando I de Castilla se proclama rey de León al derrotar a Vermudo III en la batalla de Tamarón. El rey Fernando I el Grande se casó en 1032 con Sancha de León, hija de Alfonso V y hermana de Vermudo III, que aportó como dote la comarca de tierra de campos. A la muerte de su padre Vermudo III le exigió la devolución de dicha comarca, causa por la que tuvo lugar la batalla de Tamaron. Donde como ya hemos dicho, las huestes castellanas vencieron a las leonesas proclamándose entonces Fernando I  rey de león y conde de Castilla. Más tarde, en el 1054, se enfrentaría con su hermano García Sanchez III de Navarra en la batalla de Atapuerca. Venciendo una vez más el conde castellano y nuevo rey de León al navarro. Gracias a lo cual incorporo a su reino la parte del reino de Pamplona situada en el Ebro superior (La Rioja y la Bureba).
No obstante todo esto ocurriría muy posteriormente, ya que Ulf de Gallaecia aún tenía un protagonismo histórico bajo el reinado del rey Vermudo III.
En el año 1032 hay un documento recogido por la España Sagrada en el que se menciona como un conde llamado Rodrigo Romariz, contrata mercenarios vikingos para combatir contra mercenarios vascones que tras independizarse de su señor, deciden quedarse en la región sembrando el terror. Es importante resaltar este suceso, ya que nos puede dar una idea de cómo eran los grupos mercenarios en la alta edad media Hispanica. Parece que el conde y sus hombres, más las levas campesinas que este podía agrupar para la defensa de su condado. No sumaban una fuerza suficiente como para vencer a los vascones mercenarios. Esto nos da una idea sobre los soldados de pago en el siglo XI. Grupos bien armados, bien entrenados, bien equipados que en muchas ocasiones suponían en sí mismo un ejército capaz de sembrar el caos a las levas mal entrenadas de señores locales. (Recordemos que el propio CID era un mercenario con mesnada propia).
Eduardo Morales Romero escribe en su Historia de los Vikingos en España.

(..) Junto al conde Rodrigo Romariz, luchando contra un contingente de vascones, probablemente también mercenarios, que tras haber ayudado al conde en su rebelión contra Vermudo III, se habían hecho fuertes en el castillo de Lapio, en la diócesis de Lugo y desde donde saquearon la zona, cometiendo todo tipo de tropelías, por lo que los abades, los monjes, y el pueblo de Santa Maria pidieron que pusiera coto a los demás vascones. (..)  

Un documento del año 1032 narra este suceso de la siguiente forma:

(..) Vermudo III, en el castillo que llaman Lapio, en la sede de Lugo, año 1032. Yo, en verdad, Vermudo  rey, de la prole de Alfonso, de Dios omnipotente elevado en el Reino; de nuevo el conde Rodrigo Romáriz, sobrino del mismo Suario Gundemáriz, tuvo una agitada deliberación con los vascones de Galicia y se rebeló contra nosotros, según se oye decir a muchos que han quedado entre nosotros. Pero en aquellos mismos días se coaligaron entre si los abades y monjes y los hombres plebeyos de Santa María, y pelearon contra los del conde de los vascones, que se asentaron en la peña, diciendo que habían recibido de ellos gran daño y destrozos en las iglesias y despojos en mezquinos y quebrados y homicidios y hurtos, dejando aquella tierra yerma y desolada. Entonces, empero, se juntó dicho conde con todos sus barones y con gentes normandas, y cerco la peña y la tomó por la fuerza y la quemo y la asoló (..)

No se puede demostrar, pero este incidente se suele relacionar con Ulf el Gallego. Quien como vemos fue pagado para que sus hombres apoyaran como mercenarios al conde Rodrigo contra los vascones rebeldes. Nuevamente llegamos a la hipótesis, sostenida por muchos escritores y estudiosos del tema, sobre los asentamientos de poblaciones normandas más o menos fijas en Galicia y partes concretas del cantábrico. Solo así se explica que el conde Rodrigo contactara con los normandos para semejante misión. Seguramente porque bandas de piratas operaban en la zona desde hacía tiempo hasta tal punto que eran ya parte del “paisaje” gallego de principios del siglo XI. Si estos grupos fueran realmente de Ulf, tendríamos un dato interesante. El danés junto con sus hombres, operaba de una forma más o menos estable en la zona desde el año 1028. Año en el que recordemos, la reina Velasquita Fernández, utilizó vikingos para ayudar a su amigo Felix Agelazi a escapar desde las costas de Galicia al cantábrico. Donde por cierto, la saga de Olaf Haraldsson habla de un ataque a un puerto danés en Castropol algunos años antes. ¿Pudo entonces tener alguna relación Ulf el gallego con la fuga de Felix Agelazi?. Me temo que nunca lo sabremos, pero desde luego las fechas coinciden, y la supuesta trama también. El único percance reside en situar la tierra de Ripella, ya que mientras algunos autores la centran en Galicia, otros la sitúan en Aviles (Asturias). Dejando esto de lado es fácil imaginar, y matizo, esta última palabra, imaginar una hipótesis. En la que la reina Velasquita mandara heraldos desde su hogar de retiro, el monasterio de san Pelayo en Oviedo. Para que contactaran con los daneses en el puerto de Castropol (Asturias). Contratando allí los servicios de los normandos, quienes al tener contactos con los que saqueaban el sur de Galicia, supuestamente Ulf (año 1028), mandaron un barco para que rescatara y ayudara a escapar por Mar a Felix Agelazi, conduciéndole por la costa atlántica hasta la cantábrica. Librándose así de la ira de rey Alfonso V, quien como todos sabemos, aun siendo rey de León, no residía en León, sino en Galicia. Insisto una vez más, es una simple hipótesis, pero como ya he comentado la trama encaja perfectamente con fechas y acontecimientos históricos.
Ciñéndonos a la realidad, seguiremos hablando de lo que conocemos de Ulf de Gallaecia, concretamente su final, tras la batalla contra el obispo Cresconio. Presuntamente año 1047. Vermudo III había muerto en la batalla de Tamaron contra Fernando I conde de Castilla en el año 1037. Por tanto, cuando la batalla de la ría de Arosa se libró entre Cresconio y Ulf de Gallaecia, ya era rey de León Fernando I el Magno.
No se conocen demasiados datos acerca del suceso que describimos, tan solo se sabe que Cresconio fortifico las torres de Oeste en la actual Catoira (Ria de Arosa) para evitar los ataques normandos. Y que el obispo lidero una hueste, puede que incluso nobles locales, contra un intento vikingo de atravesar la ría camino de Compostela. En la crónica Compostelana se dice:

(..) báculo y ballesta (..) Con sus valientes y disciplinadas huestes destruyó enteramente el poder de los normandos que habían invadido estas tierras (..)


Normalmente se relaciona ese episodio con el conde danés Ulf, ya que por esos años operaba aun en Galicia. Fuera como fuere, lo cierto es que el obispo combatió a los normandos y consiguió vencerles deteniendo su avance y desterrándoles por bastante tiempo de Galicia. Una tierra especialmente sacudida por los ataques piratas escandinavos en el siglo XI. Ya que mientras en años anteriores los normandos atacaron diferentes partes del cantábrico, Mediterráneo, incluso se adentraron hacia las tierras de campos (año 966 Gunderedo). En el XI parece que se fijaron únicamente en Galicia, especialmente la zona sur y norte de Portugal. Puede que por ser una zona mas accesible o menos fortificada que el norte.


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