Conocimos que el rey de León demandaba soldados para
enfrentar a un ejercito lordemano que llegó a sus costas, haciendo grandes
destrozos y matando y prendiendo a muchos de los suyos. Se hizo un llamamiento
a todos los hombres de armas para reunirse en el Castillo del Loco, prometiendo
buena fortuna para los mercenarios,
acudiendo por ello en buen número.
El campamento se encontraba a orillas del río Nela, donde se
estaban reuniendo los ejércitos de los nobles y señores del reino, en número de
tres mil. No paso mucho tiempo cuando llegaron dos de a caballo gritando
<<¡Al arma, al arma que vienen los lordemanos en gran multitud!>> y
como siempre estábamos acostumbrados a tener las armas muy a punto, de presto
nos pusimos en ordenanza para pelear, no nos tomasen desapercibidos; nuestro
capitán, don Beltrán Teixeiro, que era muy ardid y de buen consejo, puso hombres por delante para desbaratar posibles celadas debido a lo angosto del camino.
El ejército lordemano, en número también de tres mil, que
aguardábamos en un llano al vernos nos dio muchos silbos y gritos, que resonaba
y retumbaba la voz por un buen rato, acobardando a los tibios de entre los
nuestros y dando ánimos a los suyos. A pesar de lo cual pudimos oír misa antes
de la refriega.
Los dos ejércitos chocaron en el llano, sosteniendo los
nuestros el gran ímpetu de los contrarios, pero al segundo embite, los paganos
cargaron tan de golpe que nos pusieron en gran prieto, hasta tal punto que tuvo
la cosa que el flanco derecho fue desbaratado, quedando en el campo unos pocos
de los nuestros que aguantaron al enemigo en gran tropel, recibiendo muchas
heridas que los hicieron ir retrayendo.
El señor Beltrán logró con grandes esfuerzos rehacer a los
que huían y volvieron a la pelea, cogiendo al enemigo por la rezaga y
desbaratandoles, matando y prendiendo a muchos de ellos que después fueron
acuchillados.
Algunos nobles y señores nos halagaron por nuestra victoria
y fueron generosos con nosotros los mercenarios en cuanto al reparto del botín.
Cuando volvimos al campamento se nos hizo gran recibimiento y grandes fiestas y
regocijos, ansí de justas y juegos de cañas y correr de toros.
En una de esas justas tuve la fortuna de obtener la victoria, gracias a Dios, y con la bolsa llena de plata y recién y merecida honra volví con mi familia a Burgos.
Roldán de Calderón (951 ???) a 19, 20 de Marzo del 982 año de nuestro señor
Roldán de Calderón (951 ???) a 19, 20 de Marzo del 982 año de nuestro señor
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