miércoles, 31 de diciembre de 2014

Año 1028. Vikingos ayudando a la reina Velasquita Fernandez

La fecha es cuestionable, como en muchos de los casos que hemos descrito. Ya que en algunos de ellos se sabe con certeza y en otros únicamente se supone. Puesto que algunos documentos hablan de sucesos pasados y están fechados en años posteriores.

La reina Velasquita Fernandez, fue reina consorte de León al casarse con Bermudo II. Con el tiempo el rey la repudió y se casó con la hija del conde de castilla Elvira García. La reina leonesa se retiró entonces al monasterio de San Pelayo de Oviedo donde murió en el año 1035.

El año 1028 fue un año intenso en la historia del reino leones y todos sus condados. No solo por la relación de los vikingos en la vida de la reina Velasquita, la cual en cierto sentido puede ser únicamente testimonial o puntual, sino por una cantidad de acontecimientos que llegarían y marcarían la historia del reino en años próximos.

Para empezar el rey de Leon, Alfonso V, con 35 años. Decide dirigir su primera campaña contra los musulmanes para recuperar Viseo y Coimbra. Pero fatídicamente el rey muere atravesado por una flecha enemiga lanzada desde las murallas el 7 de Agosto del 1028, cuando las inspeccionaba sin la debida protección. Su hijo Bermudo III se convierte entonces en rey de Asturias, Galicia y León. Al ser Bermudo III menor de edad, el reino cae bajo la tutela de su madrastra Urraca Garcés, quien inicia una política de acercamiento al reino navarro de Sancho III Garcés. Por aquel entonces el condado de Castilla es independiente, pero sus nobles prefieren acercarse a la nobleza leonesa antes que a la navarra.

En ese tiempo y estando la reina Velasquita en el monasterio de Oviedo. Escribió una carta a favor de Felix Agelazi fechada el 15 de Agosto del 1028. En ella la reina cede la villa de Eiras en Asturias, en sustitución de la de Ripella. Parece ser que Felix Agelazi, por motivos que desconocemos, se ganó la enemistad del rey leones Alfonso. Y la reina Velasquita, interfirió de alguna u otra forma pactando con vikingos, para que estos ayudaran a escapar a su amigo en sus barcos (..) et tenente ila villa in suo iure uenit ili a Felix iram de Rex donno Adefonso, et exibit de terra et fuit ad alias terras in barcas de Lordemanos (..).

Nuevamente aquí tenemos una posible evidencia de asentamientos vikingos más o menos estables en las costas del cantábrico. Los normandos subieron en sus barcos a Felix Agelazi, a quien suponemos rescataron en Asturias, y condujeron por el mar bordeando la costa  atlántica hasta Galicia, escapando así del área de control directo del rey Alfonso y de su posible y desconocida causa de ira hacia el pobre Felix.

Esto pudiera estar relacionado indirectamente con un dato recogido en las sagas de Olaf Haraldsson, y el ataque al puerto danés de Grissepole (Castropol – Asturias). Donde como ya hemos hablado anteriormente, es posible que existiera un puerto estable danés desde tiempos muy remotos. De esto hablaremos más adelante, cuando tratemos el tema de Ulf el Gallego.


martes, 30 de diciembre de 2014

Caudillos vikingos del siglo X

Yelmos vikingos de tipo Gjermundbu cubiertos de cota de malla en su totalidad. Seguramente una evolución de los yelmos de tipo Valsgärde. Estos yelmos vikingos, serían mas frecuentes seguramente entre las invasiones que llegaron a la península durante los siglos IX y X que en las del XI. 
Foto tomada en la Hispania de los vikingos 2013. Grupo de recreación histórica Herleiddu


Caballero del reino de león y mujer en el campo

Dos ejemplos gráficos del trabajo de Hispania de los Vikingos documentando las ropas militares y civiles de los hispanos del siglo XI. En esta ocasión se trata de un caballero leones, del condado de Castilla. Y una mujer casada, también del condado castellano, trabajando en los quehaceres cotidianos del campo


Año 1026. Siguen los secuestros

(..) Y nos sacaste a nosotras de los barcos de los vikingos, y diste por nosotras un manto, y una espada, y una camisa, y tres lienzos, y una vaca y tres modios de sal fina (P.H.M. I 161) (..)

Parece ser que los secuestros vikingos de cristianos y musulmanes continuaron en todo el litoral atlántico de Galicia y de Portugal. Otro caso documentado es el fechado en 1026 procedente del monasterio de Pedroso (Portugal – antiguo condado del reino de León). En él se relata como una mujer de nombre Matilde, y su hija de nombre Gocina. Fueron liberadas por sus allegados gracias al pago de un rescate que incluía diferentes piezas. Entre ellas una espada, lo cual nos puede dar una idea de lo escasa y lujosa que era esté arma en aquellos tiempos. Ya que como escribe Amancio Isla en su libro Ejército sociedad y política en la península ibérica entre los siglos VII y XI hay múltiples documentos del siglo XI donde nobles pagan tierras con espadas. O donde hacen responsables a los mercenarios que han contratado y armado con espadas, en caso de que estas se perdieran o rompieran. En otro documento del siglo XI leones, año 1045. Se menciona a un caballero vasallo que debe hacer frente a sus descuidos, y por ello, ha de pagar ad comitem dommun osorium pro sua spata, quam et perdiderat (samos nº 109).

Alvar Ordoño


Se acerca la fecha del Jorvik viking festival en York


lunes, 29 de diciembre de 2014

Svynfylking vikinga contra muro de escudos enemigos


Año 1016. Un ataque fugaz

(..) El octavo día de los Idus de septiembre vinieron los normandos al castillo de Bermudo, que está en la provincia de Braga. Conde en aquel momento era Alvito Núñez (..)

Según nos cuenta nuevamente el Chronicon Lusitanum, en el año 1016 de nuevo vikingos llegan por el mar y atacan la región de Braga. En esta ocasión y tan solo un año después de los ataques de Olaf Haraldsson. (Quizás dos, ya que no se encuentra unanimidad en las fechas).
Parece que una flota de normandos salida de la nada atacó el castillo de Bermudo perteneciente al conde Alvito Nuñez. Alvito había tomado la regencia de la región de Braga (actual Portugal) tras la muerte de Menendo González en el año 1008. Recordemos que Menendo fue ayo del rey Alfonso V y que murió igualmente defendiendo la región de un ataque normando. El nuevo conde gobernó el condado junto a la viuda de su predecesor, Tutadona. Aun cuando él estaba casado con Gotina con quien tuvo tres hijos.

No hay muchos datos al respecto, y tampoco demasiados datos sobre más ataques vikingos a lugares costeros del reino leones en esos días. Podría considerarse este, como un ataque fugaz de normandos que buscaban otras tierras más prosperas. O quizás avale la teoría de puestos normandos permanentes en Galicia y Cantábrico, desde donde los vikingos lanzaban ataques independientes de las grandes incursiones o invasiones.  Lo cierto es que el 6 de Septiembre del año 1016, barcos vikingos atracaron en las playas cercanas al castillo de Bermudo, y dirigieron un rápido ataque contra la fortaleza desde donde se gobernaba todo el condado. Alvito organizó la defensa,  seguramente con las levas que estaban en el castillo. Pues suponemos que no le dio tiempo a convocar a todas las milicias y huestes bajo su mando. El desarrollo de la batalla no lo conocemos, pero si el resultado. Los vikingos consiguieron abrir brecha y vencer la resistencia galaico portuguesa. Ya en el interior de la fortaleza, los normandos saquearon el lugar y mataron al conde Alvito. Después regresaron a sus barcos y se marcharon. No hay noticias de más ataques en los condados o señoríos vecnos. Ni en las tierras de León, ni en tierras bajo control musulmán. Por tanto, y esto es una suposición personal. Es muy posible que realmente existieran asentamientos vikingos en la zona de Galicia y el cantábrico, desde donde se lanzaban ataques periódicos según las necesidades. Ataques pequeños, rápidos y fugaces, muchos de los cuales no han quedado reflejados en las grandes crónicas, con la excepción de aquellos que terminaron con la muerte de algún noble u aristócrata relevante. 


domingo, 28 de diciembre de 2014

Ropas de caballero del reino leones del siglo XI


Tipos de yelmos andalusies de los siglos X y XI


Año 1014 / 1015. Olaf Haraldsson saquea el cantábrico y Galicia

Como ya hemos dicho, el rey de León tomó nupcias con la hija de Menendo González, Elvira Menendez en el año 1015. En los vecinos reinos, Sancho III el Mayor de Navarra anexiona el condado de Sobrarbe y fortifica su capital. En lo que sería el comienzo de una época de expansión y grandes glorias para el reino de Navarra. Que llegaría a ser dueño de casi todo el norte de la península. Pero centrémonos en lo que ocurriría en el año 1015. Cientos de barcos vikingos aparecieron en el golfo de Vizcaya y saquearon un supuesto asentamiento de los daneses, cuya localización es un misterio a día de hoy, pero que parece pudiera estar localizado en algún lugar de la ría de Mundaca. Allí una flota de vikingos noruegos combatieron contra daneses. Les venciéron e incendiando el puerto. Esa incursión estaba capitaneada presumiblemente por el rey de Noruega Olaf Haraldsson. 

Olaf nació en Ringerike, era hijo de Harald Grenske y de Asta Gudbrandsdatter. A los once años de edad Olaf tomo parte de una expedición vikinga, participando en rutas comerciales y  saqueos ocasionales. Más tarde y ya como adolescente, el futuro rey de Noruega participaría en saqueos por el mar Báltico, y posteriormente atacaría las islas Británicas, donde llegaría a atacar Canterbury en el año 1011. El rey inglés Etelredo II llegaría a ser su aliado.

Según se narra en las sagas vikingas, Olaf partió de Inglaterra con rumbo al Sur. Atraído por leyendas de una tierra rica, donde peregrinos de toda Europa llenaban las iglesias de oro. Los vikingos conocían el camino de Santiago con el nombre de Jacobsland. Seguramente por esta razón el rey Noruego, antes de regresar a Noruega tras haber estado largo tiempo ayudando al rey Etelredo en Inglaterra. Decidió pasar previamente por España para saquear sus costas.

En su camino conquistó e incendio previa batalla un enclave ocupado por vikingos daneses en un lugar llamado Ringsfjord. Lugar que tradicionalmente se ha venido  a situar en algúna zona del golfo de Vizcaya, Bayona Gernika- Mundaka. Después siguió con su flota hacia Grisepolle y tuvo un encuentro junto a Vilhelmsby con otros vikingos daneses, a los que nuevamente venció. Navegó después hacia Fetlafjord y desde allí siguió hacia el sur, hasta Seljepolle, donde participó en una batalla y conquistó una gran ciudad llamada Gunvaldsborg. En esa ciudad y tras vencer la resistencia, tomó prisionero al conde Geirfinn por quien cobró un rescate de 12.000 piezas de oro.

Tras saquear gran parte de las tierras costeras del reino de León, Olaf puso rumbo al sur, hacia el estrecho de Gibraltar. Cuenta la leyenda que allí tuvo una visión en la que se vio como rey de Noruega. Motivo por el que regreso a su país natal.

No existe unanimidad entre los diferentes expertos que estudian el tema acerca de los nombres y la situación geográfica de los lugares señalados en la saga de Olag Haraldsson. Pero la mayoría parece aceptar de una forma genérica, que Ringfjord pudiera referirse al golfo de Vizcaya. Grisepolle pudiera ser el puerto de Castropol, en Asturias. Vilhelmsby la ria de Betanzos en Galicia y Seljepolle la desembocadura del Miño. Por lo que se refiere a Gunvaldsborg, se puede relacionar con Gundisalvus (Gonzalo) un conde gallego.

Reinhart P.A Dozy sugiere que fue el propio Alfonso V quien al mando de una hueste de soldados y caballeros salió al encuentro de Olaf, a quien venció y obligo a retirarse tras el saqueo de Tuy. Se basa en una carta escrita por el propio Alfonso V y fechada el 19 de Octubre del 1024.
La carta dice así:

(..)En verdad, no mucho después, al crecer los pecados de los hombres, las costas fueron arrasadas por los normandos. Y puesto que la sede de Tuy era la más alejada de todas, y además, muy pequeña, su obispo, que allí residía, fue capturado por los enemigos junto con todos los suyos. A unos los asesinaron, a otros los vendieron, y la ciudad misma fue reducida a la nada. Tras lo cual, favorable la divina misericordia que todo lo dispone con bondad y rige el universo, derrotamos muchas veces a los enemigos y los expulsamos de nuestra tierra.(..)


Reinhart interpreta que es la misma invasión de Olaf en el 1015. Por tanto el propio rey de león Alfonso V participaría en una batalla contra los noruegos de Haraldsson a los que las huestes y mesnadas reales consiguieron vencer. No obstante no podemos descartar que se tratara de otra incursión vikinga. Ya que como hemos podido ver al leer la saga de Olaf. Todo parece indicar que asentamientos daneses operaban en las costas del cantábrico desde hacía tiempo, contra los que el rey noruego combatió y lucho incendiando sus barcos y puertos. De estos asentamientos no hay documentos escritos, lo que hace pensar a los estudiosos del tema, que no todos los ataques vikingos al cantábrico y costas de Galicia fueron documentados.

Alvar Ordoño 


Arqueros a caballo musulmanes del Califato


sábado, 27 de diciembre de 2014

Hispano musulmanes del siglo X según el dibujante Angus Mcbride

Durante el siglo IX y X, la mayoría de los musulmanes que vivían en Hispania eran étnicamente de origen hispano godo o hispano romano convertidos al Islam. Sus ropas eran muy diferentes a los tópicos utilizados y recurrentes de árabes con turbantes ocultando su cara al puro estilo tuareg. La realidad es que los musulmanes que combatieron a los vikingos en Sevilla, Portugal, Orihuela, Mallorca y otros lugares, no eran muy diferentes en sus ropas a los propios hispanos del norte. La influencia carolingia de todo el occidente europeo llegaría con el tiempo a influenciar a los propios andalusies del sur de Hispania. 


Ataque a Gernika por Abdelquerim y su posible relación con un puerto vikingo en Mundaka

El Dr y escritor Anton Erkoreka, plantea una arriesgada teoría mediante la cual intenta vincular una aceifa musulmana del año 823 dirigida por Abdelquerín contra las tierras de Qastilya (país de los castillos - Castilla) y Álava, con un posible saqueo al puerto de Gernika donde tradicionalmente se sitúa un asentamiento vikingo.
La teoría es arriesgada y bastante difícil de demostrar, por no decir extremadamente complicada. Pero de ser cierta, demostraría posibles asentamientos vikingos en las costas cantábricas varios años antes del primer ataque del que se tiene constancia en las crónicas, el de Gijón del año 844.  El autor vasco vincula igualmente este asentamiento vikingo del gofo de Bizkaia, con la presencia temprana de mercenarios escandinavos a las órdenes de los reyes asturianos. Los populares y misteriosos Madjus (paganos) de las crónicas musulmanas.

Alvar Ordoño

DESTRUCCION DE GERNIKA, AÑO 823
 Las crónicas árabes que describen minuciosamente, con indicación de fechas e itinerarios, las diferentes aceifas, nos informan de la que tuvo lugar en verano del año 823 contra las tierras de Álava y de “el país de los castillos” en la que destruyeron el lugar denominado Guerniq, Djernik o Charniq, saqueando la llanura situada más allá u obteniendo un rico botín de guerra.

El historiador medieval árabe Ibn – Idhari que describió sobre la historia y literatura hispanoárabes y que fue el primero en citar la presencia de vikingos e Marruecos, nos describe esta aceifa (campañas militares árabes en verano) del 823. La edición francesa de su obra publicada por Fagnan en Argel en 1901 / 1904 es la que recoge Codera y de ella se hace eco Ehegaray (1910 – 43): la expedición , que tuvo lugar los meses de Mayo, Junio o Julio del año 823 fue dirigida por Abdelquerim, acampó en la frontera y decidió entrar en el país de los cristianos por parte de Álava y “habiendo acometido por un valle llamado Guernica al otro lado del cual había una llanura en la que el enemigo tenía sus provisiones, el ejército cayó sobre estas llanuras, apoderándose de ellas y de las provisiones de los almacenes y saqueándolo todo: luego destruyendo cuanto encontraban al paso de poblados y alquerías, y se volvieron ricos y victoriosos”.

El texto de Ibn – Ibhari ha vuelto a ser publicado recientemente por Estornés (1981, 346): “Y en el año 823 tuvo lugar la algazúa de Alava y Al-Kile (Castilla), que la alguazó Abd el-Kerim ben el-Wahid en las expediciones de verano y acampó en el Tsegur, y se le juntaron los ejércitos del Islam y anduvieron en variedad de pareceres sobre por cuál puerta harían la entrada en la casa de la Cristiandad, y acordaron que tuviese lugar por la puerta de Álava, puesto que era esa puerta la más peligrosa para el enemigo y más inexpugnable para su dueño, y descendieron por una garganta que se llama Djernik, detrás de la cual había una llanura donde tenía el enemigo sus almacenes y provisiones; y cayeron las gentes del ejercito sobre aquellos llanos y los tomaron, y en cuanto a las provisiones de aquellos almacenes se apoderaron de ellas, causando, además la desolación de todos los lugares habitados y alquerías que hallaron desiertas por donde pasaban, y salieron los muslimes gananciosos y triunfantes”  

La versión que recoge Balparda (1924 – 1, 195), de la Historia de Al-Andalus de Abe Adharí, no presenta más variante que la transcripción del topónimo , que figura como Guerniq. Una última variante del mismo figura en la crónica de Ibn Hayyan que se refiere a la garganta de Charniq con la grafía de Djulbin. (Lévy – Provençal 1050, 203).

El arzobispo D. Rodrigo en su Historia Arabum (Cap. XXV, p264) da más explicaciones al respecto señalando incluso el haber llegado hasta la costa: “Después de esto, mandó a uno de sus magnates, llamado Abdelcarim, con su ejercito a Calahorra, y así que, enviando sus falanges hasta el mar, hubo  realizado numerosas devastaciones, con abundante gloria por el botín, volvió a los dominios de quien le había enviado, en el año de los árabes CC y XXIIII del reinado de Albderrahaman” (Balparda 1924, I, 211).

Sánchez Albornoz, sin más argumentos de peso que el fonético, ha indentificado  “Guernic” con la población de Guereñu, en la actual provincia de Álava. Por su parte Echegaray, que niega la presencia árabe en las vascongadas húmedas, lo identifica con el despoblado de su nombre en Alava, repitiendo su opinión autores del prestigio de Levy Provençal o Barrau Dihigo.

He estudiado sobre el terreno el “mortuorio” o despoblado de Guernika, situado en plena llanura alavesa, al norte de Vitoria Gasteiz, junto a la localidad de Miñao menor (Erkoreka 1995b), y pienso que es imposible que se trate del lugar descrito por Ibn – Idhari ya que no pudo ser más que una minúscula aldea sin almacenes ni provisiones que volvieran ricos y victoriosos a los musulmanes y en su entorno no hay ninguna garganta como se describe en el texto.

Yo propongo la identificación de Djiernik o Guerniq con la actual Gernika de Bizkaia. Se trata de una población importante, donde se conserva e “árbol de Gernika” símbolo de las libertades vascas y de su organización política, que fue puerto de mar en la edad media al donde de una ría con grandes similitudes a los fiordos escandinavos y cuya descripción geográfica coincide con el texto árabe: hay una gran garganta para descender de la llanura alavesa a Durango y de este hasta guernika. Siguiendo al norte de la población hay una llanura ocupando la margen izquierda de la Ría donde se asienta Busturia y es aquí, en Altamira, donde pudo estar la factoría vikinga, con los “almacenes y provisiones” que volvieron ricos y victoriosos a los musulmanes. Pudo haber estado a orillas de un entrante de la Ría de Mundaka  - Gernika que hemos estudiado mediante métodos geofísicos, descubriendo una estructura de tipo dolina bajo uno de los meandros finales del rio Mape, comunicado con una Ría mediante un canal de diferente desnivel. En a orilla norte de esta gran dolina de unos 150m de diámetro podría haber estado la factoría vikinga, precisamente debajo del actual núcleo de población de Altamira, donde sería interesante realizar excavaciones arqueológicas.

Gernika aparece nuevamente en las crónicas musulmanas el año 867 en la Historia de Al-Andalus de Aben Adhari: “salió Al – Hacam hijo del emir Muhammad de algazúa contra Guernic y paseó por la tierra de los enemigos, y acampó sobre Hism Guernic (Fortaleza de Guernica) y la sitió hasta que la entró por la fuerza de armas” (Balparda 1924, I, 198)

Anton ErkorekaLos vikingos en la península ibérica – Los vikingos en vasconia / fundación reina Isabel de Dinamarca.


Año 1015 las hijas de Amarelo Mestaliz

Un documento del Cartulario del monasterio de San Salvador de Moreira (Portugal – antiguo condado del reino de león en el siglo XI) nos dice:

(..) En la era del año 1015, en el mes de Julio, llegaron muchos normandos al Duero y ocuparon las tierras entre el Duero y el Ave por nueve meses. Allí capturaron a tres hijas de mí, Amarelo, y me empobrecieron; pasaron los normandos a vender a sus cautivos, entre ellos las hijas de Amarelo, llamadas Serili, Ermesenda t Faquilo y no tuvo más remedio que dar por ellas a los normandos un rescate e plata (..)

Este suceso se suele relacionar con la presencia de Olaf Haraldsson, aunque es indemostrable. Pudiera estar relacionado, o pudiera tratarse de otros invasores normandos. O quizás pudiera tratarse de una ramificación de vikingos que llegaron con el rey noruego, ni se sabe con certeza ni seguramente se sabrá nunca.

Lo cierto es que Amarelo Mestaliz se vio obligado a pagar el rescate de sus hijas a los vikingos, quienes estuvieron asentados en la zona durante 9 meses, según se recoge en un documento  en cuestión de contrato de venta fechado el 3 de Abril de 1018. En el cual  Amarelo Mestaliz cede parte de sus bienes en Guilhabreu a un tal Froila Trutesendes para liquidar un préstamo contraído tres años antes por importe de quince sueldos de plata, que se vio obligado a tomar para pagar el rescate de sus tres hijas, quienes cayeron cautivas de los vikingos.

Según apunta Eduardo Morales Romero en su libro historia de los vikingos en España. Las tres hijas de Amarelo Mestaliz: Serili, Ermesenda y Fraquilo fueron capturadas por un grupo de normandos cuya llegada derivó en una ocupación de nueve meses. Lo más probable es que los vikingos se hicieran fuertes en algún lugar estratégico, desde donde llevarían a cabo razzias de pillaje hacia las tierras del interior, lugar donde habrían instalado un lucrativo negocio de venta y rescate de cautivos.


Vikingos en el siglo XI. Año 1008. Llegan los vikingos

El conde Menendo González, se llevó consigo, según dicen algunos autores y como recordaría años más tarde el propio rey, al joven Alfonso a Galicia. Donde la familia del conde le crío durante sus primeros años. Cosa que pudiera quedar demostrada en parte, al estar la mayoría de los documentos del rey leones otorgados desde la tierra gallega. Uno de los hijos de Menendo González, Ramiro Menendez, con quien el joven rey compartió juegos en su infancia, llegaría a ser su armiger regis o porta estandarte real. Cargo de gran importancia que incluía mesa en el palacio del rey. Y al que  pertenecía por Pascua florida el honor de la copa de oro o plata que el rey hubiese usado. El armiger regis  era el comandante jefe de los ejércitos reales en ausencia del rey. Lo cual nos puede dar una idea de la notable importancia del cargo y de la amistad que pudo existir entre el hijo de Menendo, Ramiro, y el futuro rey de León Alfonso V.

Todo parecía transcurrir con una relativa calma, pero en el año 1008 se vio rota con la llegada de piratas normandos. La llegada de los vikingos no era nueva en toda la zona norte de España. Pero hasta ese momento, en el siglo XI no se habían recibido razzias (al menos importantes).

Según el Cronicón Lusitanum el 6 de Octubre del 1008 una mesnada del conde Menendo González, recordemos que era válido del rey de león. Salió armada para combatir a los anglo-escandinavos que habían llegado a las costas. Las tropas galaicas de Menendo seguramente estaban compuestas por gentes salidas de las levas campesinas con el aporte de nobles locales bien armados. Esa era la tónica de los ejércitos de los reinos cristianos al norte del Duero. Grupos de campesinos mal armados y mal entrenados, apoyados por mercenarios y por grupos aristócratas bien armados y normalmente combatiendo a caballo.

La batalla se produjo en algún lugar no determinado entre las orillas del Miño y el Duero, con el fatídico resultado de la muerte de Menendo González y la derrota de los galaicos. Dejando todo el territorio a merced de los normandos, quienes devastaron la región de Braga.

Al rey de león le sucedieron las desgracias en ese mismo año, pues muerto en combate contra los normandos su tutor Menendo, se le sumo la muerte de su madre la reina de león y condesa de Castilla Elvira García. Por tanto Alfonso con apenas 13 / 15 años se vio obligado a tomar la regencia de un reino muy inestable desde el punto de vista de rebeliones nobiliarias y presiones estratégicas de la nobleza más cercana. No obstante en el año 1015, el mismo año que llegó una nueva incursión normanda. El rey Alfonso se casó con Elvira Menendez, la hija de su apreciado ayo el conde Menendo González, y hermana de su buen amigo y porta estandartes Ramiro Menendez.

Los vikingos que llegaron en el siglo XI a España, ya no procedían mayoritariamente y de forma directa de Escandinavia como en siglos pasados. Ahora llegaban mayoritariamente desde Inglaterra, donde bien desde Noruega, bien desde Dinamarca, habían participado de forma directa en las luchas y conflictos intestinales entre los sajones y los escandinavos. Esta fusión dio origen al término “anglo-escandinavo” para definir a los vikingos que se asentaron en las islas británicas durante largo tiempo, y asimilaron parte de la propia cultura de los sajones adaptándola a la suya propia.


viernes, 26 de diciembre de 2014

Documental: La Hispania de los Vikingos. Sociedad en el reino de león



Mapa sobre los ataques vikingos al reino de Leon y Califato de Cordoba durante los siglos IX y X


Posibles asentamientos vikingos en las costas cantabricas y atlanticas

Mapa que muestra los lugares de la geografía española donde pudieron existir puertos permanentes normandos desde el siglo IX hasta el XI, según autores como Eduardo Morales o el controvertido Antón Erkoreka.


Historia del castillo de Gauzón. Posible fortaleza para vigilar las costas cantábricas de ataques normandos

Castillo de Gozón o Castillo de Gauzón es el nombre de una legendaria fortaleza construida, según cuenta la Crónica Silense, por Alfonso III sobre los cimientos de un emplazamiento romano o prerromano, a fin de proteger el litoral de su reino de las incursiones de los piratas normandos.

La historia de Castrillón comienza, al menos su fundamentación documentada, allá por el siglo X. Castrillón formaba parte del alfoz de Gozón, era tierra de realengo y una de las más pobladas del reino de Asturias. Este castillo estaba enclavado en el peñón de Raíces, cerro de 38m de altitud y situado al NE del concejo, lugar en el que fue recubierta de piedras preciosa la cruz de la Victoria elaborada en el año 908 , emblema de la monarquía asturiana y, aún hoy símbolo heráldico del Principado.

La mención documental más antigua del castillo se remonta al año 741, tal y como se afirma en el documento de donación a la Iglesia de Covadonga por parte de Alfonso I y recogido por Tirso de Avilés: «también donamos todas las iglesias que hay en este Monasterio hasta Gijón y Gozón y sucesivamente hasta el mar Cantábrico» (ideo donamus... omnes ecclesias quae sunt ab ipso monasterio usque ad Guixonem, et Sausonem, et deinceps usque ad mare cantabricum). Según los descubrimientos arqueológicos, Alfonso III reconstruyó una fortaleza romana. También en la donación de Ordoño I recogida en el Liber Testamentorum en el 857 se dice que se dona «y la villa de Castrillón [hoy Piedras Blancas] entre Naveces y Quiloño» (et villam castilione inter Naueces et Quilonium). Todas estas donaciones se confirman tras la consagración de la Iglesia del castillo en el 893 en la donación realizada por Alfonso III y su esposa Jimena a la Iglesia de Oviedo en 905, a la que se refería Alonso Marañón de Espinosa. Por las confusas fuentes de que se dispone parece que Alfonso III apresó a su hijo García I en esta plaza, hecho que motivó la insurrección de sus otros dos hijos que acabarían por destronarle.

No hay pruebas directas de ataques vikingos a la zona del Castillo. Pero parece que el lugar fue utilizado durante el siglo X como fortaleza o centro de operaciones desde donde las mesnadas del reino vigilaban las costas en previsión de posibles ataques piratas.

Según apunta el especialista sobre el estudio de los ataques vikingos a la península ibérica, Eduardo Morales. No parece casual que el rey de aquellos tiempos habilitara destacamentos militares para vigilar las costas en previsión de ataques. Parece pues evidente que tales ataques existieron, y pudieron tener una mas que relativa frecuencia e importancia, aunque no siempre fue documentada. Hasta el punto de que el monarca astur Alfonso III dispusiera el lugar como fortaleza para vigilar todo el litoral del reino, puede que como "faro" de aviso para prevenir las costas de la Gallaecia cantábrica territorial, reino de Asturias en su termino político, de los ataques normandos del siglo IX.

Hemos de desechar la idea de un castillo como sinónimo de una gigantesca fortaleza. Las fortificaciones del siglo IX eran mas empalizadas de madera que se iban amurallando con el paso de los años que cualquier otra cosa. La defensa y lo inexpugnable del lugar residía mas en la localización estratégica que en sus fuertes muros. Es posible que este no fuera el caso del Castillo de Gauzon, ya que como hemos añadido y contado, previamente ya era una fortaleza utilizada por diferentes pueblos que tomaron la zona, desde tardo romanos, hasta visigodos, y posiblemente ambos utilizaran como en otras ocasiones a lo largo de la historia, posiciones previas mas o menos fortificadas de los propios pueblos astures que habitaban en la zona.


Bibliografía
Luis Alfonso de Carvallo. Antigüedades y cosas memorables del Principado de Asturias. Colección: Biblioteca Histórica Asturiana. Edición: Silverio Cañada, Gijón 1988; Edición original: 1695.
Vicente José González García. El Castillo de Gozón. Edición: Gráficas Lux, Oviedo 2007.
Juan Uría Ríu. Entrada "Gozón, Castillo de" en Gran Enciclopedia Asturiana. Edición: Silverio Cañada, Gijón 1981. Páginas: 12-14.
Eduardo Morales. Historia de los Vikingos en España. Ediciónes Miraguano 

Mapa de las repoblaciones desde las tierras norteñas durante la alta edad media


jueves, 25 de diciembre de 2014

Vikingos en Asturias y el castillo de Gozón

En el castillo de Gozón, tenemos lo que podríamos denominar una prueba arqueológica indirecta de la presencia de los vikingos en España. Según relata el “cronocón Silence”:

“Para la defensa de San Salvador de Oviedo, construyó la plaza fuerte de Gozón en la costa de Asturias, ante el temor de que aquellos santos lugares fuesen atacados por navegantes – los vikingos . “ (E.S. XVIII, 294).

Asimismo en la cámara santa de Oviedo se halló en 1898 una lapida fragmentada, cuyo texto pudo ser reconstruido. Dice:

“Hizo este edificio el egregio príncipe Vimarato, construcción importante que se alza altiva en la costa para servir de habitación a los que andan por la inmensidad del mar” (Casariego 1983, 244)

Se supone que la lapida procede del castillo de Gozón, el cual servia de acuartelamiento de los soldados, que se encargaban de vigilar las costas asturianas.


Caballero castellano y mercenario vascón del siglo XI


Estructura militar en el reino leones. Milicias, mesnadas y huestes

Los ejércitos en la época en la que los normandos atacaron el reino leones, no eran instituciones profesionales. Atrás habían quedado los ejércitos romanos y visigodos, las necesidades de la sociedad de esa época, y la “pobreza” de unos tiempos difíciles y complicados en Gallaecia, abrieron las puertas a unos ejércitos basados en las levas campesinas lideradas por aristócratas dueños de tierras y mercenarios que vivían de la guerra.

Entorno a estos conceptos se crearon unas divisiones militares un tanto anárquicas, que intentaban dar nombre a estas agrupaciones de combatientes.

La primera de las divisiones y quizás la más pequeña, era la milicia. La milicia era un grupo de hombres armados, normalmente salidos de aldeas, villas o concejos. En consecuencia gente poco adinerada y mal entrenada, que no tenía la vida militar por costumbre. Aún así las levas campesinas salidas de las milicias, suponían con toda seguridad la mayoría de guerreros que componían las mesnadas de los nobles.

Los milicianos no tenían recursos económicos, y por tanto sus armas para combatir eran precarias. Lanzas por su bajo coste, un escudo redondo, y con toda seguridad ausencia de cascos o cotas de malla. En el documento fundacional de Covarrubias año 979 (Castilla), presenta a campesinos acudiendo a otras aldeas a prendar cum lancas et escutos et lapodes (ed. Zabala, nº52). Y en otros textos de león de los que hablaremos más adelante, se menciona nuevamente disputas entre aldeanos, que combaten y resuelven sus problemas con lanzas. Las espadas debían de ser elementos prohibitivos por su alto coste. Hemos de tener en cuenta que era frecuente entregar espadas como pago vía trueque de tierras. Incluso algún que otro secuestro vikingo del que hablaremos más tarde, se llegó a saldar con el pago de una espada. Lo cual nos puede dar a entender el alto coste o valor social que tenían estas armas.

Las milicias no las componía un número concreto de soldados. Toda la gente que salía de un pueblo armada y bajo un estandarte, era una milicia. Estas tenían sus propios líderes, los cuales estaban mandados a su vez por figuras superiores.

La mesnada, sin ninguna duda uno de los nombres más comunes y que más frecuentemente nos recuerda a la edad media. La mesnada era al igual que la milicia, un grupo de hombres armados. Pero a diferencia de esta, no salía de concejos, sino que solía aglutinar a todas las milicias, tropas mercenarias y aristócratas bajo un único mando o milities. (Un conde, o señor convocaba sus mesnadas, es decir, a toda su gente armada). Normalmente al frente de las mesnadas estaba un noble, bien fuera un caballero vasallo de señores o condes, un hijo del aristócrata, alguien de su confianza, o bien un milities (rango de peso militar inferior a la del caballero según Amancio Isla). Al aglutinar a toda la gente armada capaz de ser convocada, las mesnadas eran variadas. Los mercenarios mejor armados que los milicianos, y los aristócratas o caballeros mejor equipados, (en algunos caso no tanto), que los mercenarios.

Finalmente tenemos a la hueste. La suma de todas las mesnadas y sus señores formaban una hueste. No parece claro que tuvieran una relación de grupo como las quingentenae o las decaniae romanas, cuyas estructuras militares fueron empleadas por los visigodos. Quizás esto de muestras de una relativa desorganización común a una tierra del norte Hispanico en los siglos IX, X y XI, donde la pobreza con respecto al sur tanto en el factor militar como institucional, era más que evidente. Si bien es cierto que este proceso comienza a invertirse desde mediados del siglo XI en adelante. De todos modos, algo fuera del contexto que nos ocupa (invasiones vikingas) que tendrían como exponente tope histórico en España hasta el 1047. Y en Europa hasta el 1066.

Hemos de entender por tanto, que cuando los lordemanos atacaban las costas cantábricas o atlánticas del reino leones. Si lo hacían contra pequeñas aldeas, estas se defendían movilizando a las milicias de campesinos. Si el ataque o la ocupación perduraban en el tiempo, seguramente el noble local convocaría a sus mesnadas para la defensa de sus posesiones. Tal pudo ser el caso del conde Alvito Núñez, cuando en el año 1016 defendió el castillo de Bermudo de los vikingos. Y si la invasión se extendía demasiado en el tiempo en el tiempo, el señor, abad u obispo al mando del señorío o abadengo, reuniría a todas las milicias de las villas, a las mesnadas de sus caballeros y mercenarios, y a su propia familia, que saldrían al encuentro de los normandos formando una hueste de guerreros.


Alvar Ordoño  - Recreador e investigador histórico de los grupos; BAIRA, REGNUM CASTELLAE, HISPANIA DE LOS VIKINGOS e HISPANIA GERMANORUM -

Yelmos pintados en el occidente europeo. Siglo XI

Tipos de yelmos pintados según el tapiz de Bayeux. En algunas ocasiones los yelmos se solían pintar para disimular el oxido.


Equipo de la Hispania de los vikingos tras un día del rodaje


Mapa de España en los tiempos de Garcia Sanchez III de Pamplona. Fuera de época vikinga


Cuestiones territoriales. Reino de León, Asturias y Gallaecia

Los ataques vikingos a la península, tuvieron lugar entre los siglos IX y XI. Concretamente desde el año 844, fecha en la que se data el primer avistamiento oficial en las costas de Gijón de barcos vikingos, hasta el año 1047 – 1066. Fechas en las que se dan los últimos ataques propios de la cultura vikinga a la ría de Arosa. La cual se da por extinguida como concepto cultural tras la batalla de Hastings (año 1066).

Durante esos siglos la península ibérica se vio afectada de forma directa por la invasión musulmana de años anteriores (711), creando un nuevo marco territorial y político que sustituyó a las demarcaciones provinciales visigodas heredadas del modo administrativo romano. Consecuencia de esta nueva necesidad política, fueron los reinos medievales del norte.

El primer problema con el que nos encontramos a día de hoy para estudiar de forma correcta el ambiente territorial y político de aquellos tiempos, es el identificar erróneamente el nombre de algunos reinos que se han mantenido hasta nuestros días como provincias españolas. Identificando inconscientemente las fronteras actuales, con las fronteras reales y culturales de aquellos tiempos. Así pues, por ejemplo, el reino de Asturias nada tiene que ver con la Asturias actual, siendo el reino mucho más grande que la provincia. Como lo fue el reino de León, o la Cantabria romana, la cual estaba dentro del condado de Castilla. Es más, el condado de Castilla nació de Cantabria y no al contrario. Cosa que cuesta mucho entender a día de hoy, especialmente por los regionalismos e intereses políticos que muestran en no pocas ocasiones una historia modificada a su antojo y finalidad. Por tanto en el presente articulo, cuando hablemos del reino de León, no lo condicionaremos a la provincia actual provincia de León, sino a todo el reino de aquellos tiempos, dentro del cual estaba el condado de Castilla, Galicia, Asturias, y norte de Portugal.

No se conoce muy bien la razón, y los estudiosos no se ponen de acuerdo. Nuevamente la historia se mancha de interpretaciones políticas muy sectarias e intencionadas. Pero al reino de León, y antes al de Asturias, repito, incluyendo Castilla y el ducado de Cantabria. Se le conocía en las crónicas anglosajonas, musulmanas y normandas con el nombre de Gallaecia. De tal forma que todo el norte peninsular cristiano, desde Galicia hasta el reino de Pamplona (este no incluido), era conocido durante los siglos IX al XI como Gallaecia. Curiosamente las mismas fuentes que llamaban Gallaecia (no confundir con Galicia), al norte peninsular. Llamaban Hispania a la zona bajo dominación musulmana.

Se ha discutido mucho acerca del porque se llamaba así una y otra. Mi conclusión, es que Gallaecia fue el nombre que los musulmanes, sajones y normandos dieron al norte cristiano, por herencia de la provincia romana. Es decir; cuando los musulmanes invaden toda Hispania, el foco de resistencia contra la ocupación se estableció en las montañas astures / cántabras. Dicha zona era parte de la provincia romana de Gallaecia. Por tanto para los invasores, los rebeldes se establecieron en el viejo territorio de Gallaecia, y allí crearon el reino de Asturias. Con el tiempo ampliaron territorio, y socialmente esto fue entendido por los moros, como una expansión de las fronteras territoriales de la Gallaecia original (reino de Asturias y reino de león). Mientras que ellos, que ocupaban la casi totalidad de la península, auto-entendían que estaban en Hispania.

La cosa llegó a tal extremo, que en las propias crónicas árabes se nombra de forma despectiva e insultante a Rodrigo Díaz de Vivar, el popular CID. Como: El perro gallego, que allah tenga en desgracia. Todos sabemos, que el conocido personaje era de todos menos gallego, osea, oriundo de Galicia. Rodrigo era Castellano, de Burgos (Vivar del Cid). Pero para los moros no era más que un “gallego” habitante de Gallaecia. Por tanto podríamos decir, que durante los siglos IX, X y XI “gallego” era un sinónimo aplicado por los musulmanes a todos los cristianos del norte de la península dentro del reino leones. Los cuales a su entender, estaban ocupando y ampliando por medio de la reconquista  las fronteras territoriales de la vieja Gallaecia romana y visigoda.

Otro dato que nos puede dar una idea del concepto “étnico” que tratamos en la sociedad del norte peninsular. Está en la crónica de Ibn al-Athir, quien al referirse al secuestro del rey navarro de Pamplona García Iñiguez por barcos vikingos que atacaron la ciudad en el siglo IX. Lo hace refiriéndose a él como “el jefe franco” Dice la crónica:

(..) La flota enemiga avanza hasta Pamplona, donde el jefe franco García debió rescatar su vida mediante el pago de 90.000 dinares (..)

 Es curioso, ya que como vemos para los musulmanes que ocupaban lo que ellos auto-denominaban “Hispania”. No todos los habitantes del norte ibérico eran “gallegos”. El castellano Rodrigo Díaz de Vivar, era un “gallego” en los tiempos en que Castilla era ya un reino independiente, aunque aún muy vinculado a la corona leonesa (finales del siglo XI). Pero el reino de navarra / Pamplona, no parece que fuera considerado Gallaecia, y sus habitantes en consecuencia no eran gallegos, sino baskunes y francos. Así al menos se deduce de las crónicas árabes que mencionan a los nobles navarros como “francos” y a los habitantes de las villas y aldeas como Baskunes.

Parece por tanto evidente que Gallaecia tiene una relación directa con el reino de León en territorialidad, y no es aplicable a todo el norte peninsular, sino solo y únicamente al área geográfica del viejo reino de Asturias, y más tarde reino de león.

Alvar Ordoño

Hispania vikinga II - 2014

Tipología de yelmos vikingos

Tipología de los yelmos empleados por los vikingos que invadieron el norte de España entre los siglos IX y XI. Seguramente tipos de yelmo como el 1 (Gjermundbu) fuera ya anticuado en el siglo XI, aunque no hay certeza sobre esto. Lo cierto es que a mediados del siglo XI casi todos los yelmos empleados en el mundo vikingo occidental, correspondían con los modelos de tipo 2, 3, 4, 7 y 8. Similares a los empleados por las gentes de los reinos del occidente cristiano en los mismos años. 


Tipos de lanzas entre los Hispanos del norte

Las lanzas fueron las armas mas comunes entre los campesinos del norte de España entre los siglos IX al XI. Según se recoge en numerosos textos relativos a sucesos históricos.


Caballero del condado de Castilla (S - XI)

A comienzos del siglo XI, gobernaba en Castilla el conde García Fernández, Padre de la reina de león, Elvira García, madre de Alfonso V y esposa del difundo Bermudo II. Castilla había sido hasta la fecha un condado vinculado en mayor o menor medida y con más o menos independencia al reino de León.


Tipos de estandartes en la Hispania del siglo XI

En España el estandarte o bandera de tipo triangular era bastante más común que en el resto de Europa, a juzgar por la cantidad de representaciones que hay de ellos en beatos etc. Aun así cualquiera de los estandartes de la imagen son validos para el siglo XI, y están documentados.
Los dibujos y colores, son opcionales. La Heraldica no existía aún y los emblemas de los nobles eran normalmente colores son símbolos religiosos. El estandarte real solo era usado en presencia del Rey. Cada mesnada, milicia, grupo de mercenarios o nobles, tenían sus propios emblemas y colores que eran con los que acudían al campo de batalla.



Valido no Valido


Documental. La Hispania de los vikingos

Vikingos asaltan una granja a comienzos del siglo XI. A buen seguro muchísimas incursiones no fueron descritas en las crónicas hispanas, quizás por que no fueron conocidas, quizás por que no fueron lo suficientemente importante como para ser descritas



Hispania de los vikingos rodando en TV2. La aventura del saber

La Hispania de los vikingos ha colaborado con TV2, en la grabación de un documental sobre las incursiones vikingas de la alta edad media al occidente europeo.
El documental se emitirá en el programa cultural de TV2 de: La aventura del Saber. Aun no tenemos una fecha oficial de su emisión, según tengamos mas noticias iremos informando. 



Desperta Ferro. Los vikingos nº26

Recomendamos el nuevo numero de la revista de historia militar; Desperta Ferro. En este nuevo numero dedicado a los vikingos, tocan por encima las invasiones a la península ibérica, así como algunos datos interesantes sobre la panoplia militar vikinga de los normandos que llegaron hasta Hispania en los siglos IX al XI.